Al reconocer el Día Mundial de la Alimentación, pensamos en el pasado y en el futuro de nuestros sistemas alimentarios, incluyendo la agricultura, la transformación y el envasado de alimentos, y las actividades posteriores de la cadena de suministro. Además, también reconocemos el impacto de nuestros hábitos de compra y consumo de alimentos en los sistemas alimentarios más amplios a nivel regional y mundial. Es probable que muchos de nosotros hayamos experimentado estantes vacíos en las tiendas debido a la compra de alimentos por pánico durante las primeras fases de la pandemia de COVID-19. Hoy en día, después del COVID-19, nos damos cuenta del impacto de la pandemia, en la inseguridad alimenticia y en el acceso a alimentos saludables, así como en el hambre y malnutrición en el mundo. Estos temas requieren una comprensión más profunda de todos estos factores y animan a encontrar colectivamente formas de abordar mejor los problemas acuciantes para garantizar el acceso asequible y consistente a alimentos nutritivos para todos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hace un llamamiento con el objetivo de "acabar con el hambre y todas las formas de malnutrición para 2030". Se trata de un hito importante para la humanidad que se fijó hace unos años. La alimentación (o nutrición) es una necesidad esencial de todos y debe ser considerada cuidadosamente. A medida que experimentamos el incremento en el cambio climático y nos damos cuenta de algunos de sus efectos, como las fuertes inundaciones, las graves sequías y el aumento del calentamiento global, experimentamos sus efectos adversos en la producción de alimentos y en la cadena de suministro. Como resultado, acabar con el hambre y todas las formas de malnutrición se está convirtiendo en un reto aún mayor, pero seguramente alcanzable si todos nosotros ponemos de nuestra parte dando pasos significativos, ya sean pequeños o grandes.
El desperdicio de alimentos, por ejemplo, es uno de los principales factores que inciden en la accesibilidad y disponibilidad de comida. La FAO informa que alrededor del 10% de ciertos alimentos (cereales, frutas, verduras, tubérculos, cultivos oleaginosos, productos animales, especias) se desperdiciaron en América del Norte en el 2019[1]. Se trata de una cantidad importante que se pierde dentro de la cadena de suministro de los sistemas alimentarios, incluyendo en nuestros hogares. Depende de todos nosotros administrar lo que compramos, la cantidad que almacenamos y cómo consumimos los alimentos. Una gestión cuidadosa de los alimentos en nuestra vida diaria podría reducir el desperdicio de alimentos de forma bastante significativa. Esto tiene una gran importancia porque eliminar el desperdicio de alimentos contribuye directamente a tener una mejor disponibilidad de estos y al acceso regular a una dieta saludable para todos. Reducir el desperdicio de alimentos también ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, minimiza la degradación de la tierra, mitiga el exceso de deforestación natural y disminuye la presión adicional sobre los recursos hídricos.
Debido a los fuertes aumentos de las tasas de inflación en casi todas las regiones del mundo y a las limitaciones de la cadena de suministro, el costo de una dieta saludable se ha incrementado considerablemente en los últimos dos años. Como resultado, el poder adquisitivo de muchas personas disminuyó. Además, los niveles relativamente altos de desigualdad de ingresos en todo el mundo hicieron que las dietas saludables estuvieran fuera del alcance de muchas personas, unos 3.000 millones según una reciente publicación de la FAO. Se espera que esta cifra aumente en los próximos años debido a las secuelas de la pandemia de COVID-19 y a los conflictos regionales en todo el mundo. Por lo tanto, nuestras acciones cotidianas se vuelven aún más críticas para mitigar el desperdicio de alimentos y mejorar el acceso regular a alimentos nutritivos para todos.
Todos tenemos un papel en esto, incluido Winpak. En Winpak, nos comprometemos a proporcionar soluciones esenciales para proteger y aumentar el acceso a alimentos saludables para muchas personas en las regiones en las que operamos. Nuestras soluciones de empaque permiten aumentar la seguridad de los alimentos, prolongar su vida útil, controlar las porciones y transportar de forma segura alimentos perecederos como proteínas, productos lácteos, alimentos húmedos o secos y bebidas. Nuestras soluciones de maquinaria permiten el envasado seguro y la protección de alimentos sensibles para que lleguen a una mayor población en muchas zonas y puedan durar más tiempo gracias a una mayor vida útil.
Como mensaje final, animo a todos a que aprendamos del pasado y de los demás y apliquemos prácticas genuinas a la forma de administrar los alimentos en nuestra vida diaria, incluyendo su compra , su consumo, o controlando de las porciones y eliminando todas las formas de desperdicio de alimentos. El progreso será lento, pero cada paso es importante para mejorar la seguridad alimentaria a nivel regional y mundial y para garantizar que "nadie se queda atrás".
Autor
Mustafa Bilgen
Vice President, Technology & Innovation
Senoia, Georgia
mustafa.bilgen@winpak.com
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